Llamamos posicionamiento de marca al lugar que ocupa la marca en la mente de los consumidores respecto el resto de sus competidores.
El posicionamiento otorga a la empresa una imagen propia en la mente del consumidor, que le hace diferenciarse del resto de su competencia.
Esta imagen propia, se construye mediante la comunicación activa de unos atributos, beneficios o valores distintivos, a nuestra audiencia objetivo, previamente seleccionados en base a la estrategia empresarial.
¿Cuáles son las Principales Estrategias que podemos poner en práctica?
- Atributo: la estrategia se centra en un atributo como el tamaño o la antigüedad de la marca.
- Beneficio: el producto o servicio se posiciona en base al beneficio que proporciona.
- Calidad o precio: basamos la estrategia en la relación calidad-precio. La empresa trata de ofrecer la mayor cantidad de beneficios a un precio razonable.
- Competidor: compara nuestras ventajas y atributos con las marcas de la competencia.
- Uso o aplicación: se trata de posicionarnos como los mejores en base a usos o aplicaciones determinadas.
- Categoría de producto: esta estrategia se centra en posicionarse como líder en alguna categoría de productos.
Errores Frecuentes a la hora de Implementar Estrategias…
- Subposicionamientos: no somos capaces de presentar un beneficio principal y fundamental para que los consumidores adquieran nuestras marcas.
- Sobreposicionamientos: la proposición de valor se percibe muy limitado o estrecho, esto puede provocar que muchos consumidores piensen que la marca no se dirige a ellos.
- Posicionamientos confusos: presentamos dos o más beneficios que no son coherentes entre si y se contradicen.
- Posicionamientos irrelevantes: presentar un beneficio que interesa a una pequeña parte de consumidores y no resulta rentable a la empresa.
- Posicionamientos dudosos: los consumidores no creen que la marca pueda ofrecer realmente el beneficio principal que presenta.